REVISTA VIRTUAL ODONTOLOGÍA EJERCICIO PROFESIONAL

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PRINCIPALES CONTENIDOS:

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Marketing en Odontología
Gerencia y Gestión odontológica
Finanzas, Economía y Contabilidad del centro odontológico
Gestión del talento humano y los recursos humanos en Odontología
Psicología, Comunicación y Ventas en Odontología
Arquitectura, diseño y decoración de consultorios dentales
Calidad en Odontología
Auditoría odontológica
Empresas odontológicas
Planes y Seguros dentales
Historia de la Odontología
Ética y deontología en Odontología
Congresos y Eventos para odontólogos
Normatividad y derecho en Odontología
Humor odontológico
Etimología odontológica

Artículo:

BIOÉTICA EN ODONTOLOGÍA: BUSCANDO UN PUNTO INTERMEDIO

Autores:
Dr. Jaime Otero M. – Dr. Jaime Otero I. Email: jotero@odontomarketing.com

Introducción:

Existe controversia respecto al origen etimológico del término Ética: mientras que algunos estudiosos refieren que el vocablo proviene de "êthos" (que significa "carácter", "actitud vital", "manera de ser"), otros especialistas sostienen que su raíz más bien deriva de "ethos" (que significa "uso", "hábito", "costumbre"). Dicho segundo enfoque nos remite al término Moral, ya que Moral proviene de la voz "mos moris", que también se refiere a "costumbre" (1).

Pero más allá del mencionado asunto y de lo escrito por Moore en uno de los textos obligatorios de Ética contemporánea: "A pesar del mucho tiempo y trabajo que se ha dedicado al estudio de la Ética, es éste un tema del cual las opiniones difieren grandemente" (2), lo que sí es aceptado mayoritariamente es que la Ética es la porción de la Filosofía que busca un estudio racional y estructurado del comportamiento humano, en términos de lo que es correcto o incorrecto. O esencialmente como nos refiere Reich: "Ética es la rama práctica y normativa de la Filosofía que estudia la bondad o maldad de los actos humanos" (3).

De dicho modo, es crítico comprender que la Ética -como componente de la Filosofía- no ofrece necesariamente una única respuesta definitiva, sino que se estructura en base a reflexiones y argumentos axiológicos a favor y/o en contra del análisis específico que se está realizando. Y en base al raciocinio y a algunos puntos de referencia, es imprescindible evitar caer en un peligroso limbo basado en el relativismo y el libre albedrío humano.

La Bioética en Odontología en el mundo globalizado:

A su vez, la Bioética es definida como: "el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y la salud, examinado a la luz de los valores y principios morales" (3). De dicho modo, la Bioética en Odontología nos brinda diferentes pautas para establecer los principios de acción y reacción humana en diferentes ámbitos de la práctica dental, como por ejemplo:

• La relación entre los odontólogos y la población
• La interacción con otros colegas del gremio odontológico y sanitario
• La participación del odontólogo en instituciones y asociaciones profesionales
• La correlación con los demás miembros del equipo humano del centro dental
• El vínculo con los pacientes y su entorno social
• La investigación en el campo de la salud
• El cuidado del medio ambiente y de otros seres vivos

Pero en un mundo tan cambiante e interconectado (en el que nos enfrentamos a la supremacía de un peligroso individualismo que ocasiona que cada quien tienda a hacer lo que más le convenga y a comportarse según su propio criterio), resulta cada vez más complejo establecer dichas normas y preceptos de un modo absoluto.

Por ello, es sumamente necesario identificar los principales parámetros de referencia que deberían ser utilizados como piedras angulares ante la necesidad de realizar juicios éticos. Es así como debemos encontrar un equilibrio transdisciplinario y remitirnos no solo a los preceptos intrínsecos de la Ética y de la Bioética, sino también incluir otros importantes lineamientos, como por ejemplo:

• La Constitución (Carta Magna) de nuestro país
• El marco legal general que rige a nuestra sociedad o nación
• Las leyes, normas y reglamentos que específicamente se manejan en nuestro ámbito para la práctica de la Odontología y de las profesiones de la salud
• Los documentos y acuerdos de la Bioética, como por ejemplo: los 4 principios fundamentales descritos por Beauchamp y Childress, el Código de Núremberg, la Declaración de Ginebra, la Declaración de Helsinki, los Principios de Tavistock, etc.

Bioética en Odontología, buscando un punto intermedio:

Es así como podemos encontrar diferentes vacíos (e incluso contradicciones), cuando se estudian los diferentes puntos de referencia mencionados y sobre todo, cuando se busca un principio de acción ante diferentes situaciones específicas propias de nuestro accionar en la práctica de la Odontología.

Y dentro de dichos escenarios, podemos identificar (por citar solamente algunos ejemplos), a las siguientes situaciones:

1. En la mayoría de nuestros países, constitucionalmente las personas gozamos de la Libertad de Asociación, por medio de la cual tenemos el derecho fundamental de decidir voluntariamente agruparnos (o no agruparnos), para conseguir nuestros propósitos personales, profesionales y empresariales. Y en paralelo, en algunos de nuestros países, es obligatorio asociarnos a la institución gremial oficial para poder ejercer nuestra profesión. Si bajo el amparo de la Carta Magna, un odontólogo no deseara asociarse ¿con qué sustento se le obligaría a agremiarse?

2. La práctica de la Odontología incluye la realización de diferentes procedimientos a los pacientes que buscan atención dental en el marco del centro odontológico. Así, podríamos categorizarlos en dos grandes grupos:

• a. Procedimientos simples: que implican niveles básicos de destreza, y conocimiento (que podrían ser claramente delegables y realizados por ende por el personal asistente en Odontología bajo la supervisión y la responsabilidad del Odontólogo tratante). Como por ejemplo: toma de fotografías, aplicación tópica de flúor en gel, toma de modelos de estudio, enseñanza de técnica de cepillado, etc.
• b. Procedimientos complejos: que por el contrario, están vinculados a mayores niveles de dificultad (que claramente debieran ser ejecutados exclusivamente por el profesional de la salud bucal autorizado). Como por ejemplo: exodoncias, colocación de implantes, tratamiento de ortodoncia, etc.

Ante esto y en el intermedio de los dos extremos, consideramos que existe cierto grado de incertidumbre respecto a cuál sería el límite para decidir correctamente qué delegar y qué no. Y el análisis se complica aún más, si a esto le sumamos la cada vez más importante y numerosa participación de los estudiantes de Odontología y los egresados de las carreras de Odontología que aun no han concluido con el proceso que los valida como odontólogos plenamente aptos para laborar.

Sobre todo, porque en muchas de nuestras comunidades dentales existe pobre formación de personal auxiliar en Odontología y comúnmente muchas de las personas que realizan labores de asistente dental son progresivamente formadas en el seno del consultorio odontológico. Y en paralelo, el análisis de la situación se torna aun más complejo, porque los diferentes procedimientos (incluso los de mayor grado de complejidad) implican pasos intermedios que podrían ser delegables. Por ejemplo: dentro del tratamiento de ortodoncia, el retiro de las ligas; dentro del tratamiento de blanqueamiento en el consultorio dental, la aplicación de la luz como complemento a la acción del gel blanqueador; dentro de los procedimientos quirúrgicos, la desinfección del campo operatorio o la colocación de la anestesia tópica, etc.

3. Por lo general, los odontólogos efectuamos nuestro ejercicio profesional en ámbitos sociales principalmente gobernados por la denominada Economía de Libre Mercado, en la que se estimula la libre competencia y la supremacía de la acción de las leyes de la oferta y la demanda, sobre los bajos (o nulos) niveles de regulación por parte del Estado.

Ante esto, las diferentes empresas de la mayoría de rubros desarrollan múltiples estrategias y acciones para: captar la atención de los consumidores, lograr la preferencia de las personas y propiciar altos niveles de recordación, intercambio, satisfacción y lealtad a sus marcas, propuestas, productos y servicios. Pero, en dicha línea: muchos de nuestros Colegios Profesionales o Asociaciones Gremiales oficiales nos entregan a los odontólogos Códigos de Ética y Deontología en los que se prohíbe comunicar nuestro servicio odontológico más allá de colocar una pequeña placa en la fachada de nuestro consultorio dental (en la que podemos consignar solamente algunos de nuestros datos básicos de contacto y presentación), quedando por lo general las acciones de difusión, promoción y publicidad bastante limitadas.

Y en paralelo, se puede observar la siguiente paradoja: cuanto más "severo" es el criterio del Colegio Profesional o de la Asociación Odontológica en dicho sentido, más se estimula el respeto a los "tarifarios odontológicos mínimos", que claramente buscan generar la concertación de precios y las prácticas oligopólicas, que violan el principio fundamental del libre mercado.

4. En un gremio odontológico en el que aun se suelen practicar mecanismos de referencia y contra referencia de pacientes para la realización de ciertos procedimientos dentales, se genera un espacio confuso en el que es difícil establecer el límite preciso entre el respeto a la voluntad del paciente de cambiarse de odontólogo y el "robo" del paciente.

Es decir: si un odontólogo remite a "su paciente" donde un colega especialista (exclusivamente para la realización de un tratamiento dental específico y con la idea de que el paciente volverá a su consultorio dental para proseguir con otros procedimientos odontológicos), ¿Dónde queda la libertad del paciente de decidir (por diferentes factores, como: cercanía, mejor trato, mejores tarifas, mejor servicio, etc.) si se queda en el consultorio del especialista o regresa donde el primer odontólogo para continuar su tratamiento? ¿Cuál es límite exacto entre "robarse al paciente del colega" y acceder a la solicitud del paciente de preferir cambiar de odontólogo?

Conclusiones y recomendaciones:

Como vemos, existen diferentes vacíos por llenar y se pueden identificar distintas situaciones en las que se deberían encontrar puntos intermedios entre los preceptos que encontramos en los documentos oficiales y lo que sucede (o podría suceder) en la realidad.

Y al existir una marcada y peligrosa diferencia entre ambos extremos, sin duda se genera un terreno fértil para la inacción o los excesos. Es entonces que podríamos establecer válidamente diversos argumentos racionales para rebatir válidamente algunos de los artículos que encontramos en dichos Códigos de Ética y Deontología en Odontología y en otros documentos normativos propios de nuestros gremios dentales. Y sin duda, a la vez podemos identificar también muchas conductas incorrectas realizadas por muchos odontólogos, si damos un repaso analítico a su comportamiento práctico y cotidiano.

Referencias bibliográficas:

1. Margarita Boladeras. Libertad y tolerancia: éticas para sociedades abiertas. Edicions Univers. España 1993

2. G. E. Moore. Ética. Ediciones Encuentro. España 2001.

3. Reich, W., Encyclopedia of Bioethics, Schuster, New York 1978

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