Resumen:
La presente entrega incluye un protocolo que brinda normas y principios para
el adecuado manejo y la correcta eliminación de los residuos en el consultorio
dental.
JUSTIFICACIÓN:
La basura
odontológica debe ser reconocida como potencialmente peligrosa
para la salud y el medio ambiente. Por ello, el odontólogo debe
garantizar el adecuado manejo de los residuos del consultorio
dental y evitar la posible diseminación de enfermedades y
sustancias tóxicas. |
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Introducción:
La práctica de la Odontología
implica la generación de desechos peligrosos -tanto sólidos como líquidos- que
contienen diversidad de material biológico potencialmente nocivo como:
bacterias, virus, microorganismos, toxinas, sangre, saliva, fluidos y otros
materiales y sustancias capaces de dañar el medio ambiente y la salud.
Los odontólogos manejan y
desechan diversidad de elementos, como por ejemplo:
mascarillas, guantes, gasas, algodones, agujas, hojas de bisturí, cartuchos de
anestesia, fresas, papeles descartables, servilletas, líquidos para revelar y
fijar radiografías, tejidos, biopsias, piezas dentarias, restauraciones, mercurio,
alambres de ortodoncia, aditamentos protésicos y otros, que pueden
dañar directamente al personal del consultorio dental, recogedores y "recicladores"
de basura y a la comunidad en general.
A pesar de ello, resulta muy
común que el odontólogo tenga la inadecuada costumbre de mezclar la basura
odontológica con la basura doméstica, debido a que en la mayoría de nuestros
países no existe una reglamentación clara al respecto y a que en los países en
los cuales la normatividad existe, se encuentra poco difundida y es
escasamente aplicada.
Fases del manejo de residuos
en el consultorio odontológico
El correcto manejo de los
residuos en el consultorio dental incluye las siguientes fases:
1. Identificación de los
residuos: todos los miembros del consultorio dental deben estar al tanto
de la peligrosidad del manejo inadecuado de la basura odontológica y respectar
las normas de bioseguridad, encaminadas a disminuir los accidentes laborales y
evitar
las potenciales infecciones cruzadas.
Para ello, se sugiere iniciar el
proceso con la debida identificación y clasificación de los residuos odontológicos según su
origen, estado físico y manejo, partiendo de la necesidad de etiquetar
utilizando un código de color y
desechar de distinta manera la basura odontológico, según su grado de
peligrosidad y otras particularidades, como se detalla en la siguiente tabla:
Tipo de residuos |
Estado físico |
Envasado y desecho |
Color |
Residuos que hayan entrado
en contacto con la sangre |
Sólidos |
Bolsa de plástico |
Rojo |
Cultivos y cepas almacenadas
de agentes infecciosos |
Sólidos |
Bolsa de plástico |
Rojo |
Residuos no anatómicos
derivados de la atención a pacientes y los laboratorios |
Líquidos |
Recipientes herméticos |
Rojo |
Residuos anatómicos y
patológicos |
Sólidos |
Bolsa de plástico |
Amarillo |
Residuos anatómicos y
patológicos |
Líquidos |
Recipientes herméticos |
Amarillo |
Objetos punzocortantes
usados y sin usar |
Sólidos |
Recipientes rígidos |
Rojo |
2. Envasado de los residuos
generados: todo aquello potencialmente nocivo debe ser debidamente
identificado y lo primero que se bede hacer es separar el material y
el instrumental que puede ser nuevamente usado (luego de su debida limpieza,
desinfección y esterilización) y la basura odontológica.
La adecuada rotulación (a
través de bolsas debidamente impresas o a las cuales se les coloque una
etiqueta autoadhesiva y de recipientes), permitirá a todos los miembros del
equipo de trabajo del consultorio dental conocer de qué material se trata y
cómo debe ser manejado. Por ello, es recomendable disponer de bolsas y
recipientes que expresen la naturaleza de la basura y el rótulo: "Peligro,
material contaminado potencialmente infeccioso" y algún símbolo universal
estandarizado, que permita un fácil reconocimiento, como los que colocamos a
continuación:
3. Recolección y transporte
interno: el material contaminado a ser desechado debe ser debidamente manejado dentro
del consultorio dental. Se recomienda disponer de un área específica para
este fin, de modo tal que la basura dental no se mezcle con la basura
doméstica ni con insumos no contaminados.
4. Almacenamiento temporal: debido a que los sistemas de recojo no se
dan de manera continua, es necesario organizar la basura potencialmente
infecciosa mientras permanece en el consultorio, previo a su desecho. El
tiempo de almacenamiento es variable, de acuerdo al volumen de producción de
la clínica odontológica y otros factores, como periodicidad del recojo,
métodos utilizados, normatividad, etc.
5. Recolección y transporte
externo: una vez que llegue el momento para eliminar la basura odontológica,
es necesario asegurar un proceso eficiente de retiro del material del
consultorio y la correspondiente entrega o eliminación.
6. Tratamiento:
Dependiendo de la normatividad
vigente, se recomienda incinerar debidamente todo el material potencialmente
infectado. Para ello, se requiere de una infraestructura y sistemas orientados
hacia causar el menor impacto posible en el medio ambiente.
En algunos países, se cuenta ya
con organizaciones y empresas dedicadas a este rubro, quienes facilitan
notablemente el manejo de la basura dental, a través de la capacitación, la
entrega de recipientes adecuados, el recojo y la eliminación eficiente.
Consideraciones especiales:
Mercurio:
Mucho se ha hablado y escrito respecto a la toxicidad del mercurio de la
amalgama dental. Como se sabe, los dentistas utilizan solo del 3 al 4 % del
total del mercurio producido y la forma utilizada es relativamente poco tóxica
para el medio ambiente y los seres vivos.
A pesar de esto, un mal manejo
puede contaminar el medio ambiente con éste elemento tóxico, ya sea a través
de su transformación a metil mercurio (un compuesto neuro tóxico) por acción
de algunas bacterias, o la liberación de partículas de mercurio al medio
ambiente a través del agua o luego de incinerarlo.
Se acepta que la contribución de
los dentistas a la contaminación ambiental por mercurio es poco significativa,
ya que la principal fuente es la combustión de derivados del petróleo y la
basura municipal. Sin embargo, la notable reducción en el uso del mercurio en
distintas industrias ha sido considerablemente mayor que la ocurrida en el
mercado odontológico, por lo que comparativamente, el aporte del odontólogo a
la contaminación con mercurio ha aumentado en las últimas décadas, por lo que
en la actualidad se está aplicando progresivamente la normatividad respectiva.
El uso racional del mercurio en
el consultorio dental implica optimizar los procesos de preparación,
colocación, pulido y retiro de las amalgamas dentales y mantener un óptimo
filtro en el sistema de succión del sillón dental. También es conveniente
preparar la cantidad apropiada de amalgama dental, para evitar excesos a
desechar. Es importante recalcar que resulta mucho más conveniente utilizar
cápsulas y un amalgamador, que realizar la preparación clásica manual.
En la actualidad, se utilizan
diversos procedimientos amigables con el medio ambiente para eliminar el
mercurio de las amalgamas dentales. Hay empresas que recolectan restos de
amalgamas para reciclarlas, otras utilizan mecanismos como la separación por
sedimentación, electrólisis, centrifugación, filtración y otros, encaminados a
un manejo óptimo de los residuos.
Rayos X:
La reacción que se da entre los cristales de plata de las películas
radiográficas y el fijador produce compuestos que son potencialmente dañinos
para el medio ambiente al inhibir diversos procesos biológicos. El fijador en
sí y el fijador remanente del proceso de fijado de placas dentales,
constituyen sustancias poco amigables con el medio ambiente que no deben ser
eliminados directamente al desagüe.
Contrariamente, el revelador y
el revelador remanente es mucho más biocompatible y puede ser eliminado sin
problema por el desagüe. Por ello, se recomienda no mezclar ambas sustancias
(revelador y fijador), para evitar un proceso más complejo.
Para la adecuada eliminación del
fijador, en el mercado existen distintos aditamentos y sistemas que buscan
evitar el desecho indebido de esta sustancia. Por ejemplo, tenemos las
unidades recuperadoras de plata, las mismas que a través de reacciones
químicas entre la plata del compuesto y el hierro, recuperan gran cantidad de
plata y permiten eliminar la solución remanente al desagüe.
También existen equipos más
complejos y costosos, que permiten que el remanente sea reutilizado, luego de
un proceso de electrólisis. Además, existen empresas que recogen las
soluciones producidas con el revelado y fijado de radiografías en el
consultorio dental y del mismo modo, es factible acordar con algún laboratorio
fotográfico la entrega de los líquidos, para aprovechar sus sistemas de
eliminación.
Un factor interesante a
considerar cuando se habla del desecho de los líquidos radiográficos, es el
hecho de que es factible rentabilizar el costo de la plata de los productos de
desechos y de esta forma, es probable que el costo del procedimiento se
reduzca notablemente o incluso, que se elimine.
Las placas radiográficas también
contienen plata y no deben ser eliminadas como basura doméstica. Hay
proveedores que reciclan las placas y que por ello, están dispuestas a pagar a
cambio de nuestras radiografías viejas.
Otro componente a tener en
cuenta a la hora de desecharlo, es la lámina de plomo que encontramos dentro
de la radiografía, pues como se sabe, el plomo altera el desarrollo y
funcionamiento neurológico. Se debe almacenar y procurar su reciclado.
Otros desechos del consultorio
dental
Sin duda, algunos de los
detergentes y desinfectantes utilizados en el consultorio dental son dañinos
para el medio ambiente y pueden ser peligrosos para la salud. Por ello, se
deben seguir las instrucciones y procurar la eliminación óptima, según el
caso.
Consideraciones finales:
Debido a que en muchos de
nuestros países se verifica que es sumamente insipiente la normatividad y
reglamentación referida tanto al cuidado del medio ambiente, como a la
práctica odontológica, por el momento, la principal motivación para seguir
este tipo de pautas coexiste con un convencimiento individual acerca de su
necesidad e importancia. Un compromiso con hacer las cosas bien y de conservar
nuestro habitat.
Independientemente de esto, ya
existe mucha evidencia acerca de cómo reorientar la práctica odontológica
hacia lograr incorporar las pautas referidas en el presente artículo para la
correcta y responsable eliminación de la basura en el consultorio dental.
Referencias:
Gómez R. El manejo de residuos
peligrosos biológico infecciosos en los consultorios dentales. Estudio de
campo. Revista de la Asociación Dental Mexicana 61 (
4)
2004
Otero
J, Otero J. Protocolos en Odontología: Protocolo de manejo de desechos en el
consultorio dental. Odontología
Ejercicio Profesional 2005;6(4): http://www.odontomarketing.com
(10.04.2005)